27 agosto 2010

¿Reír o llorar con el Lazarillo de Tormes?

¿Reír o llorar con el Lazarillo de Tormes? Esa es la pregunta. Yo propongo un té helado (a mi me gusta el Nestea) y un cigarro (de preferencia Marlboro Ice Break).

"Dice Plinio que no hay libro, por malo que sea, que no tenga alguna cosa buena": esas palabras casi lograron desdibujar la sonrisa que el olor de un nuevo mundo me había robado. Pensé que era una disculpa adelantada por la historia que me esperaba y continué leyendo un poco desanimada. Y entonces nuestro anónimo autor me sorprendió con las siguientes palabras: "¿Quién piensa que el soldado, que es primero de la escala, tiene más aborrecido el vivir? No por cierto. Mas el deseo de alabanza le hace ponerse al peligro; y así en las artes y letras es lo mesmo" (Lazarillo de Tormes, 3). Creo que todo aquel que haya escrito un cuento o un verso, aunque lo haya escondido en uno de esos cajones que se abren cada doce años, entiende estas palabras a la perfección; así como también creo que el Lazarillo de Tormes es digno de admiración.


Podría uno preguntarse el por qué de mi admiración por el Lazarillo de Tormes. A mi me gustan las listas, así que aunque probablemente vaya en contra de toda la formalidad que podría requerir la ocasión haré una lista:
1. Fue la primer novela picaresca. ¿Que qué es esto? Es un género literario que se caracteriza por tener un protagonista pícaro, en este caso a Lázaro. Nuestro personaje principal proviene de un estrato social muy bajo y su única meta en la vida es superarse, cueste lo que le cueste. Esta clase de "el fin justifica los medios" lleva a Lázaro a desarrollar una agudeza mental tanto impresionante como divertida. En Lázaro encontramos el antónimo del conocido y queridísimo Quijote. Lázaro no es un caballero andante de reluciente armadura, es más una (y pido perdón de antemano por si ofendo a alguien) "rata callejera", lo cual me trae recuerdos infantiles porque le encuentro un aire de Aladdín en Lázaro, ¿o será que Aladdín tiene un aire de Lázaro?
Otra característica de la novela picaresca es que está estructurada a manera de falsa autobiografía. Es clarísimo el tinte autobiográfico de la novela. Ahora la pregunta, ¿es falsa o no? No me atrevería a responder con certeza porque no viví esos tiempos y no sé si relatos tan fantásticos podrían haber sido reales. Creo, y remarco el verbo creer, que este es un texto satírico y por ende falso. En el Lazarillo de Tormes encuentras una burla a la sociedad española de la época, al comportamiento del clero (probable razón por la cual fue incluido en el Índice de los libros prohibidos durante la Inquisición) y a la novela caballeresca.
2. La destreza mental de Lázaro. Y aquí se presenta una pregunta que siempre me ha costado mucho trabajo responder: ¿el ser humano es naturalmente bueno o malo?. No, no estoy implicando que nuestro ya querido héroe o antihéroe, como gusten verlo, sea malo. Sólo me pregunto que hubiera (ya sé que el hubiera es el tiempo de don Juan pendejo, pero eso no me impide fantasear) pasado si Lázaro no se hubiese topado con el viejo cegatón que le enseñó los primeros pasos de la picardía.
De hecho, creo, casi firmemente, que una de las razones por la cual los primeros tres tratados del libro son considerablemente más extensos que los últimos cuatro es porque es en estos primeros tres tratados en los cuales nuestro Lázaro desarrolla su picardía y se ve claramente ésta.
3. Los personajes con los que se encuentra Lázaro: el pícaro y viejo ciego, el clérigo tragón, el escudero mantenido y ladrón, el fraile caminador y el buldero desvergonzado. Que debo reconocer el personaje que me ha hecho reírme a carcajadas fue el buldero, más que nada por ser tan astuto como Lázaro. Y es cuando conoces a todos estos personajes que entiendes porque Lázaro es como es. Por fantástico que se pueda leer el libro, éste contiene una verdad fundamental: la selva de asfalto.
4. Caer en cuenta que hay metáforas (si es que todavía se les puede llamar así) que nunca pasan de moda: "primero presentaba a los clérigos o curas algunas cosillas [...]; una lechuga murciana, si era por el tiempo, un par de limas o naranjas, un melocotón, un par de duraznos, cada sendas peras verdinales" (Lazarillo de Tormes, 47). 


Aún después de mi pequeña lista y de este debraye mental, si así quereís llamarle, sigo preguntándome y preguntándoles: ¿lloro o río?. Siguiendo mi filosofía de vida he preferido reír las cincuenta y tantas páginas del libro. Y es ahorita cuando caigo en cuenta de que si es una sátira, ¿por qué hemos de llorar? Mejor ríamos un rato y luego reflexionemos si hemos mejorado o empeorado. Yo todavía no me decido que tan actual puede seguir siendo este libro. De hecho, me atrevería a apostar a que o seguimos en las mismas o hemos empeorado.


Un saludo y no me maten.

8 comentarios:

  1. Referencia bibliográfica:
    Lazarillo de Tormes. México: Editorial Porrúa, 2010.

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  2. La pregunta que te haces es una de las que me persiguen cuando leo el Lazarillo. En el teatro popular medieval todos reían en la plaza del pueblo con las "porradas" entre ciegos y lazarillos, o entre cornudos y amantes. Y el relato usa muchas de esas bromas (como la de las uvas o la del jarro). Es muy entretenido.

    Pero al sentir esos golpes desde la conciencia de la víctima a mí la obra me inspira dolor. Un dolor muy parecido al del existencialismo de Camus, o al mundo de Tolstoi. Es la amargura que destila un mundo "donde la caridad se fue al cielo" y donde, como bien dices, reina la ley de la jungla moderna: la ciudad. De hecho, te confieso que he leído la obra unas 5 o 6 veces, y que en cada lectura me he sentido más triste que en la anterior.

    Pero no somos nosotros solos los que dudamos. El propio Lazarillo, tras casi morir a golpes de manos del ciego, tiene que sufrir las risas de los amigos del ciego: "mas con tanta gracia y donaire contaba el ciego mis hazañas, que, aunque yo estaba tan maltratado y llorando, me parecía que hacía sinjusticia en no reírselas". El propio Lazarillo, por tanto, parece consciente de lo tragicómico de su vida y en esa encrucijada seguir el consejo de su madre y "arrimarse a los buenos". Osea, a los que comen y viven bien. Al coro de risas crueles que le rodea. Al cinismo del hombre adulto.

    Por cierto, me gusta que hayas apostado por un estilo de redacción personal, suelto, imaginativo. Y si te gusta escribir literatura te lanzo un reto: que una (o varias) de tus aportaciones en este blog sean una recreación de la obra que estemos analizando. Por ejemplo, podrías escribir un breve capítulo imaginando una escena entre el Lazarillo y un nuevo amo, o escribir una nueva carta (imaginemos que unos mese después) en la que continúe Lázaro el relato de su presente. Algo así. Y hacerlo, esto es lo difícil, en el lenguaje y estilo narrativo de El Lazarillo. Te propongo hacerlo en tu próximo post o, si lo prefieres, en alguna de las otras obras que veamos en el curso (Garcilaso, San Juan, Quevedo, Góngora, Calderón, etc).
    Sergio Reyes
    http://siglosdeoroudla.blogspot.com/

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  3. Lo relativo entre lo bueno o malo, siempre ha existido esta pregunta acerca de si el hombre, por naturaleza, se inclina a alguna de las dos. Fácil sería decir, se inclina por lo malo, pero, ¿qué tanto es cierto? Como dices Adriana el hubiera no existe, pero ¿si Lázaro hubiera encontrado a alguien, ese alguien hubiera sido diferente a sus amos? La conclusión a la que llego es de no, por el contexto en el que Lázaro se desenvuelve era casi imposible que alguien le enseñara algo diferente; recordando el hambre general que existía en España. Entonces esto también es parte de la crítica a la sociedad, dado que usualmente criticamos a la rata que nosotros creamos.

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  4. No tengo tiempo ahora para desarrollarlo, pero les comento que el debate que están planteando en la época era formulado como el problema del libre albedrío (¿estamos determinados desde la cuna o el hombre tiene la capacidad de elegir su destino?) y será crucial en el siglo XVII en obras como La vida es sueño, de Calderón.
    Sergio

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  5. Es bien interesante tu debate sobre la mentalidad de Lázaro y si los seres humanos son buenos o malos porque tengo el mismo problema con este libro: ¿debemos sentir felices por Lázaro al fin o debemos cuestionar su felicidad y su manera de lograrla? Como señalaste, la vida de Lázaro probablemente hubiera pasado diferente si no tuvo el ciego como el primer amo porque es él que le enseña al Lázaro el tipo de vida del pícaro. Entonces, ¿es la culpa del ciego? Creo que no, porque el ciego no tenía ninguna otra manera de sobrevivir en esa época. No tenían los perros de guía ni el braille y los ciegos tenían que pedir la ayuda de los demás y cuando los demás no eran amables, tenían que usar la mente y engañar. No juzgamos a Aladdin (que es otra comparación tuya que me gusta) cuando él roba de los demás, entonces tal vez la culpa no es ni de Lázaro ni del ciego sino de la sociedad en la cual ellos no tuvieron otra opción que la vida de un pícaro.

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  6. Definitivamente... seguimos en las mismas. Pero está dentro de la condición humana luchar a toda costa por sobrevivir. No crees que si el ciego no lo hubiera enseñado a ser pícaro Lázaro lo habría aprendido de alguna otra manera ya que el hambre se trata de eliminar a como de lugar. Creo que es atinado preguntar ¿es importante la diferencia que hay entre robar por enriquecerse y robar para comer?

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  7. Reir o llorar? Un dilema del lector del género picaresco. El infortunio y la desventura del pícaro, su marginación, su miseria, su hambre. Pues que drama! saquen los pañuelos. Pero hay otra careta. Otro disfraz. El pícaro no sólo es víctima de burlas, sino que también él se está burlando! Se burla del escudero y su honra, del clérigo y su gula, en fin, de la sociedad. Nuestro personaje, con la voz del autor, satiriza, crítica, destroza. Denigrándose a él, denigra a la sociedad en la que vive. Y sí, sus travesuras y astucia nos hacen reír más de una vez. Llorar y reír? Las dos cosas! Que mejor manera de disfrutar este controversial género?

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  8. me gusta tu debate entre lo bueno y lo malo aunque hay que recordar que el ser humano es el unico ser vivo que puede elegir entre el bien y el mal ya que los demas animales solo viven por instinto. mi pregunta es ¿hay que hecharle la culpa a los amos del lazaro? no creo que por el simple hecho de ser una persona razonable el ya sabia que era el bien y que era el mal

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